Medidas contra amenaza sísmica en la Catedral Metropolitana y el templo de la Compañía de Jesús
La actividad sísmica en ciertas regiones es una
de las principales amenazas a la permanencia
y la supervivencia de monumentos arquitectónicos.
En este trabajo se presentan y discuten
los casos de la Catedral Metropolitana de
la Ciudad de México y el templo de la Compañía
de Jesús en la ciudad de Puebla.
1. LA CATEDRAL METROPOLITANA
DE LA CIUDAD DE MÉXICO
Roberto Meli y Roberto Sánchez (Meli y Sánchez, 1995)
publicaron el estudio detallado de la respuesta sísmica de la
Catedral y el Sagrario de la Ciudad de México como parte de
los estudios que se llevaron a cabo en el Proyecto para la Corrección
Geométrica de la Catedral y el Sagrario Metropolitanos,
bajo la dirección del arquitecto Sergio Zaldívar Guerra.
Un ejemplo del comportamiento de los edificios coloniales
más antiguos durante un terremoto se obtuvo a partir
de los registros de una red de siete acelerómetros que se
instaló en la Catedral Metropolitana a finales de 1996. Estos
instrumentos para el registro de sismos fuertes se activaron
varias veces y la información obtenida durante tales acontecimientos
confirmó que los movimientos sísmicos en la
estructura de la Catedral están influenciados por un fuerte
efecto de interacción con su cimentación y los estratos de
arcilla subyacentes.
Los efectos de la interacción suelo-estructura se ilustran
con la gráfica 1, donde se muestran tres espectros de respuesta
elástica (amortiguamiento de 5%) obtenidos de acelerogramas
registrados, uno en el atrio oeste (estación en campo
libre), otro en el sótano (nivel de cripta) y el último en la
cúpula principal, el 11 de enero de 1997 durante un terremoto
de magnitud 7.3 con epicentro ubicado unos 600 kilómetros
Efectos del hundimiento regional sobre la respuesta
sísmica. Se hicieron análisis de la respuesta sísmica utilizando
un modelo de propagación unidimensional de ondas cuyo
movimiento de entrada consta de ondas que se propagan en
sentido vertical. Tales modelos se han utilizado anteriormente
para predecir la respuesta sísmica de los depósitos
de arcilla de la Ciudad de México en la parte más profunda
de la zona del antiguo lago (Rosenblueth y Ovando-Shelley,
1991). El modelo usado aquí resuelve las ecuaciones de
movimiento utilizando la solución de Haskell-Thomson para
un medio estratificado (Haskell, 1953; Thomson, 1950), y
obtiene la respuesta de la columna de suelo utilizando la teoría
de vibración aleatoria. Los estratos de suelo se suponen
como materiales viscoelásticos caracterizados por curvas
rigidez-deformación y amortiguación-deformación no lineales
e independientes de la frecuencia (Ovando-Shelley et
al., 2007; Romo, 1995 y 1996). La no linealidad en las propiedades
de los materiales se introduce con el método lineal
equivalente. Las bases teóricas del programa se explican en
otra publicación (Bárcena y Romo, 1994).
Los valores medios iniciales de las propiedades relevantes
para el análisis de la respuesta sísmica del sitio Catedral Metropolitana en el centro de la Ciudad de México se tomaron
de una exploración geotécnica de alta calidad reportada por
Tamez (Tamez et al., 1997). Los parámetros del suelo estáticos
y dinámicos necesarios para el análisis se actualizaron a
partir de los incrementos en esfuerzos efectivos en diferentes
fechas posteriores, usando correlaciones determinadas a partir
de pruebas de campo y laboratorio (Ovando-Shelley et al.,
2007; Romo, 1995 y 1996); también se ajustaron los espesores
de los estratos. Los movimientos de entrada en la base del
modelo se definieron a partir de los espectros de respuesta
obtenida de acelerogramas registrados en un afloramiento de
basalto al sur de la ciudad, es decir, suponiendo que los estratos
subyacentes a los suelos por debajo de 51 m son rígidos.
La evolución de la respuesta sísmica del sitio se examinó
usando como movimiento de entrada el gran terremoto de
Michoacán del 19 de septiembre de 1985, que se originó a
lo largo de la zona de subducción de la costa mexicana del
Pacífico, a 300 km de la ciudad (Mc = 8.1). Los movimientos
producidos en la ciudad por sismos de subducción son
generalmente ricos en componentes de baja frecuencia que
son amplificados por los depósitos de arcilla blanda.
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